
En el fantástico planeta de los dulces, el chocolate es indudablemente el rey. Con su textura despacio y su gusto rico y decadente, el chocolate ha conquistado los corazones (y las papilas gustativas) de personas de todo el planeta. No llama la atención, entonces, que haya chocolates en prácticamente todas las ciudades esenciales de todo el mundo, desde París hasta Tokyo.
Pero, ¿sabías que en La capital de españa se abrió la primera chocolatería europea? De esta manera es: en el corazón de España, una localidad conocida por su vibrante cultura y exquisiteces de cocina, los clientes del servicio tienen la posibilidad de gozar de lo que conocemos y amamos el día de hoy.
París
Paletas de chocolate
El chocolate llegó a la corte de Luis XIII en el siglo XVII, donde se tomaba como bebida amarga y picante. En ese instante se creyó que tenía características curativas, con lo que de a poco se vendió en las farmacias. Más tarde, en 1901, se crea la “Academia Francesa de Profesores Chocolateros”, lo que nos ofrece un concepto de la relevancia de tan dulce elemento en el país vecino. Existen muchos sitios donde tenemos la posibilidad de apreciarlo:
Leche y Almendras
1,25 €
En este monasterio los frailes lograron gozar del primer chocolate ardiente de Europa, bebiéndolo en un chorro de líquido. A esta mezcla se le han comenzado a añadir modelos como vainilla, azúcar y canela para achicar el amargor del cacao original y fue muy habitual como alimento, puesto que por su contenido elevado calórico, a los frailes les resultaba mucho más simple comerlo para enfrentar el trabajo físico de la vida en un monasterio.
“En el momento en que lo tomas, puedes viajar un día entero sin cansarte y sin comer.”
Hernán Cortés
Por otra parte, Cristóbal Colón no se percató de la bebida “casi-sagrada”. Pero hay perseverancia historiográfica de de qué manera los religiosos de la red social zaragocí supieron explotar el poder calórico del chocolate para mantener su ayuno y preservar fuerzas para el trabajo, y lo amoldaron a sus pretensiones. Asimismo se asegura que algunos monasterios reservaban una pequeña salón sobre el claustro famosa como la ‘chocolatería’ donde los monjes encendían el fuego de los huesos para probar ese producto de los americanos.
Las 7 Ciudades del Chocolate
Fruto de esto fue una búsqueda incesante de la excelencia y la máxima calidad en sus modelos, que se manifestó en una decidida y continua apuesta por la innovación y la investigación, herramientas indispensables para lograr este propósito. Esta actitud, estos valores y principios forman parte integral de la actividad de Nestlé en España. Una hidratación correcta es una sección fundamental de una dieta balanceada. El interés de Nestlé en el campo del agua embotellada no era nuevo, pero fue la adquisición del conjunto Perrier en 1992 lo que le daría el liderazgo mundial en el mercado del agua embotellada. En España, la adquisición de Perrier integró la compañía Eycam-Perrier S.A., que comercializaba los desarrolladores Viladrau, San Narciso y también Imperial. En 2000 se lanzó Nestlé Aquarel, una marca paneuropea embotellada en manantiales elegidos en España, Bélgica, Francia, Alemania, Hungría y Polonia.
Los primeros chocolates los hicieron los desarrolladores “Nestlé”, “Peter”, “Kohler” y “Cailler” pero en el momento en que se fusionaron, solo quedó la marca “Nestlé”. Más tarde se dieron a conocer novedosas fabricantes como “El Gordito”, “Los Canónigos”, “Chocmel”, “Frigor” y en 1932 la primera bebida a partir de cacao “Nescao”. Inicialmente, el chocolate era una mezcla de granos de cacao molidos con azúcar, un producto exótico que solo los ricos podían posibilitarse. El cacao era un alimento fundamental en la sociedad azteca y asimismo se utilizaba como moneda. El resultado fue una bebida muy enérgica, obscura, espesa y espumosa a la que llamaron “tchocolatl”, nombre no muy distinta a nuestro “chocolate”. Los aztecas preparaban este líquido desde granos de cacao y lo mezclaban con yerbas, pimienta y otras condimentas como la guindilla o chile.